Inexpugnable. Así es de momento el servicio de Rafa Nadal en el US Open, donde ya pisa los octavos de final que disputará contra John Isner o Philipp Kohlschreiber. El número dos del mundo, sin perder su servicio y concediendo sólo dos oportunidades de break, liquidó a Ivan Dodig, en un partido jugado en su mayor parte a rápidos cañonazos, por 6-4, 6-3 y 6-3.
Nadal, que tiene posibilidades matemáticas de salir de Nueva York número uno, fue una roca ante un rival potente. Inquietarle es imposible si sus rivales no le arañan oportunidades de break. Pues bien, en primera ronda el campeón de doce ‘grandes’ sólo concedió dos a Harrison y una a Dutra Silva. Tras tres partidos, sigue sin perder su servicio. Novak Djokovic, por ejemplo, lo ha entregado ya dos veces exponiendo nueve bolas de break. Andy Murray, el campeón, ya ha cedido un set con Mayer, le han hecho break en dos ocasiones y se ha expuesto a perderlo en once.
El Nadal que ganó el US Open en 2010 sólo concedió cinco breaks en dos semanas, aunque entonces se apoyó más en la potencia, sacando más fuerte que nunca. El de la versión 2013, que encadena 18 triunfos en pistas rápidas, es más sutil. Sus bolas viajan más colocadas, con veneno, y le permiten asegurarse restos ganadores. El croata Dodig, situado en el escalón 38 del ránking, fue un jugador muy correcto. Ya había ganado al manacorense en Montreal 2011 e intentó atacar, ser agresivo. Lo consiguió por momentos, pero intentado arañar la roca se rompió las uñas. Nadal, para remarcar más su poderío, cerró el partido con un ace. En Nueva York, parece hecho de granito. Tomado de así.com
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