Miguel Cabrera regresó ayer a su casa de Maracay, en La Pedrera, visitó el estadio que lo vio dar sus primeros pasos en el béisbol y donde comenzó la leyenda del mejor bateador de la actualidad en las Grandes Ligas.
El dos veces ganador del premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana reinauguró, gracias a la fundación que lleva su nombre y a la colaboración de Empresas Polar, el polideportivo David Torres, con una inversión de Bs. 1.200.000 para recuperar el infield, las zonas del outfield, el back stop y las tribunas.
“Es una bendición y un orgullo estar en este barrio con mis amistades y mi familia”, señaló el aragüeño, de 30 años, quien espera seguir ayudando al desarrollo de los futuros grandeligas venezolanos.
“La próxima meta es seguir reconstruyendo estadios, tratar de ayudar a mucha gente con estas grandes ideas que tenemos”, enfatizó. “Uno siempre tiene que dar con todo lo que uno recibe, dándole las gracias a Dios por todas las bendiciones que nos dan”.
Pero la actividad pasó a un segundo plano cuando empezó a revelar su futuro con los Tigres de Detroit, anunciando que para 2014 regresará a la inicial, posición que dejó en 2012 para irse a la antesala tras la llegada de su ahora excompañero Prince Fielder, quien fue cambiado a los Rangers de Texas por Ian Kinsler.
“Ellos estaban esperando mi decisión, sobre si me iba a quedar en tercera o me iba a ir a la inicial y les dije que me siento más cómodo en primera”, indicó el slugger. “Ya les dije que iba a jugar en primera”.
Sobre la salida de Fielder explicó que “son decisiones de la gerencia”, y desechó la idea que vaya a afectar de alguna manera su producción, luego de ganar dos premios al Jugador Más Valioso, dos títulos de bateo y una Triple Corona con su protección en el line up.
“Uno no tiene ni voz ni voto en ese tipo de decisiones. Hicimos una buena amistad y es difícil ver salir a un pelotero de esa manera y le deseamos toda la suerte del mundo en su nuevo equipo”, manifestó el toletero, quien recordó los pergaminos de su nuevo aliado en la tanda fuerte de la alineación.
“No se olviden que tengo a Víctor Martínez. También gané un título de bateo con él”, rememoró. “Ese año (2011) bateé .344, tiré más de 30 jonrones, más de 40 dobles, empujé más de 100 carreras. Creo que fue una temporada bastante buena también. Tuve .444 creo (en porcentaje) de embasado, agarré más de 100 bases por bolas y eso es lo menos que nos preocupa a nosotros”.
A pesar de la salida de Fielder, y también de Johnny Peralta, Cabrera asegura que la alineación se mantiene lo suficientemente fuerte, dando paso en la antesala al prospecto Nick Castellanos.
“Este es un deporte en el que se habla menos y se hace más. Kinsler es una gran adquisición. No se puede sustituir lo que hace Prince Fielder, pero todavía Detroit tiene que hacer varios movimientos”, acotó. “Tenemos al mejor prospecto de Detroit (Castellanos), que va a jugar tercera, a uno de los mejores shortstops defensivos, que es (José) Iglesias, a un gran jugador versátil que es Kinsler en segunda, que puede robar bases, se embasa, anota y empuja carreras; gracias a Dios regreso a primera base, que es una posición en la que me siento bien”.
“Lo que nos preocupa en estos momentos es quiénes van a regresar al bullpen”, sintetizó. “Necesitamos un cerrador, que (Bruce) Rondón esté sano, y creo que necesitamos un left field, un bateador más, y esperemos que con todo eso estemos bien en esta temporada”.
Y su principal meta, como siempre repite, va más allá de ganar premios y cosechar buenos números personales. “Seguir aprendiendo es la gran meta de nosotros, no quedarnos estancados en un solo sitio, sino tratar de conseguir el título de campeonato de la Serie Mundial que tanto queremos”, explicó. “Siempre hemos quedado claros que jugamos para victorias, para ganar, y hemos sido vencidos en estos últimos tres años en los playoffs y no hemos corrido con la suerte de ser campeones, pero esa es la gran meta nuestra, tratar de llevar ese título a Detroit”. Tomado de Panorama
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