*** Por cuarta vez consecutiva el FC Barcelona se adueña de la Copa del Rey, esta vez en el Wanda Metropolitano
El planteamiento del entrenador italiano, unido a un
Barcelona que salió muy hambriento, le deja señalado como uno de los grandes
culpables de la goleada copera y complica su continuidad el año que viene.
Acabó señalado como el gran culpable. Es más, a poco para el
descanso, ya con el vergonzante 0-3 en el marcador, incluso se gritaron
cánticos de aficionados sevillistas pidiendo a su adiós. No tuvo su mejor noche
ante el peor rival posible.
Intentó que su equipo fuera valiente y lo que propició fue
un escenario pintiparado para que los azulgranas encontraran huecos e hicieran
añicos a su equipo. Banega, su metrónomo, no la olía; sus chicos eran incapaces
de pisar el campo adversario.
Las facilidades quedaron patentes bien pronto, cuando bastó
un pase en largo de Cillessen para romper la línea de medios y defensiva.
Mercado no estuvo atento, Soria no salió... y Suárez empujó el 0-1.
De mal en peor
La mínima ventaja acentuó la superioridad del Barça. Más
allá de que los de Valverde tuvieron su día y mostraron una gran voracidad,
Iniesta y Coutinho encontraron muchas facilidades para combinar entre líneas.
Montella se preocupó tanto de frenar a Messi que olvidó que los azulgranas son
mucho más.
El Sevilla quedó sonrojado, apisonado, humillado, en menos
de la primera mitad. La Copa se le fue de las manos en media hora. A partir de
ahí, Montella se quedó sin margen de maniobra y hasta fue censurado por sus
cambios, por más que intentara reaccionar al descanso dando entrada a Sandro.
Pura ironía, pues él mismo le había sacado los colores al
Barça en el reciente precedente liguero, en el que el Sevilla llegó a pasar por
encima de los catalanes pero vieron cómo en un minuto los de Valverde igualaban
un 2-0.
¿Sentenciado?
El italiano había caído con mal pie en Nervión tras la
humillante derrota en el derbi contra el Betis. Desde entonces, más allá de
meterse en la final de Copa y hacer la gesta de eliminar al United en la
Champions, sus decisiones siempre han estado cuestionadas.
La goleada del Wanda es otra que sumar a esa del Betis o la
reciente contra el Celta. El sueño copero fue tapando otra realidad muy
patente: que existe serio riesgo de que el Sevilla se quede fuera hasta de la
Europa League.
Paralelamente, los vecinos verdiblancos han ido creciendo.
Hasta el punto de estar por encima de ellos. El derbi del Villamarín en unas
semanas será el último juicio para un Montella que, no obstante, parece que
recibió la extremaunción con el 0-5. Tomado de BeSoccer
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