El Real Madrid ganó su Undécima Champions League ante su vecino madrileño, el Atlético, y de nuevo lo hizo con un fin dramático para los colchoneros. Esta vez no fue con un gol en el tiempo extra, sino en la tanda de penaltis.
Zidane, que llegó a mitad de temporada, logra así un logro que posiblemente le permita seguir un año más en el banquillo blanco. El Madrid de nuevo demostró que en las grandes citas, siempre se crece.
El Atleti, por su parte, se ahogó de nuevo en la orilla. Logró empatar en el tramo final pero el físico no les permitió rematar al Madrid en la prórroga.
Si un hombre representaba las peores pesadillas del Atlético de Madrid, ése era Sergio Ramos. El gol del central sevillano en la final de 2014 supuso el principio del fin del Atleti en Lisboa. Este sábado, en Milán, la sombra del de Camas se alargó. En el minuto 14 de partido, el central que estaba en fuera de juego, remató casi sobre la línea un balón peinado de Gareth Bale, el mejor del Real Madrid. La final empezaba como acabó la de 2014. Y podía haberlo hecho mucho antes, si no llega a sacar de manera milagrosa Oblak un remate a bocajarro de Casemiro.
El gol dejó sonado al Atleti. Los blancos, con las ideas muy claras y muy tranquilos, se sintieron más cómodos sobre el césped de San Siro. El Atleti, romo en ataque, no sólo creaba peligro, sino que incluso perdió un par balones en el centro del campo que comprometieron su defensa. Estaban superados por los nervios.
Poco a poco, los colchoneros se hicieron con la pelota, porque no les quedaba otra y porque el Madrid dio un pasito hacia atrás. Pero sin peligro, en parte porque Torres y Griezmann no estaban nada inspirados. El francés quiso asumir la responsabilidad, pero sus disparos eran todos desde fuera del área. Llegó el descanso.
Revolución Carrasco
En el segundo tiempo, Simeone sacó a Carrasco por Augusto. Y pareció que su charla dio resultado, porque en pocos minutos, Pepe cometió un penalti grosero sobre Torres. Antoine Griezmann asumió la responsabilidad, pero disparó al larguero. La cosa empezaba a tener tintes esotéricos.
Carvajal se lesionó y salió por él Danilo. Mientras, el Madrid seguía sin asumir responsabilidades y le daba la pelota al Atleti, confiando en la velocidad de Cristiano y, sobre todo un Gareth Bale con hambre. La entrada de Carrasco se hizo notar, creando dos situaciones de peligro, una con disparo de Koke y otra con una volea de Saúl, que se fueron fuera. El Atleti dominaba, pero no agobiaba.
Superado el ecuador de la segunda mitad, al Atleti empezó a acabársele la gasolina. El Madrid no estaba haciendo gran cosa, pero se estaba llevando la final. Al Atleti no le quedaba otra que dar otro arreón. Y en uno de ellos, tras un centro de Juanfran Torres, el belga Carrasco remató a gol. Minuto 79 y cuenta nueva.
Parecía que el Atleti podía intentar marcar el segundo, pero dio otro paso atrás. El Madrid estaba cansado y ambos buscaron la prórroga. El Madrid había agotado los cambios (Zidane metió a Lucas Vázquez por Benzema) y al Atleti le quedaban dos.
El tiempo extra empezó con ambos equipos fundidos, excepto Carrasco, descomunal, que atacaba a Danilo con mucho peligro. El resto, sólo caminaba. Dominaba el Atleti, pero en el tramo final del primer tiempo de la prórroga, el Madrid dio un arreón, pero los colchoneros aguantaron hasta el descanso.
El segundo tiempo de la prórroga era un drama. Jugadores que apenas podían correr, como Bale. Filipe no pudo seguir y entró Lucas Hernández. El Madrid parecía peor físicamente, pero el Atleti dejó de morder porque su estado físico cayó en picado. Koke también tuvo que dejar su sitio a Thomas. Al final, penaltis.
En la tanda, no fallaron los madridistas. Sí lo hizo Juanfran y el definitivo lo convirtió Cristiano. Era la Undécima. Tomado de as
Comentarios
Publicar un comentario