Greivis
Vásquez se consolida en el deporte de los “Gigantes”
Existen tres clases de jugadores básquetbol: los que toman control del
juego, los que son controlados por la dinámica de las acciones y los que se
contagian, para bien o para mal, de lo que sucede alrededor.
Greivis Vásquez ha pasado del tercer escalón al primero en esta
temporada. Ha evolucionado de manera notable desde su debut con los Memphis
Grizzlies al punto tal de transformar la energía de su carácter en máxima
concentración. Todo lo que pasa con los New Orleans Hornets nace, evoluciona y
muere en sus manos. Piernas y brazos largos, talla superior a la media para el
puesto y cerebro adiestrado para todas las necesidades forman el combo seductor
del armador venezolano.
Vásquez cerró un triple-doble frente a Los Angeles Clippers el lunes
por la noche y pasó a formar parte del pedestal de jugadores que, en más de una
ocasión, anotaron al menos 25 puntos, dieron 10 asistencias y tomaron cinco
rebotes en esta temporada. ¿Quiénes fueron los otros dos? Rajon Rondo y LeBron
James.
Eso sí, todavía hay que tener una cierta paciencia. Por momentos
Greivis tiene destellos de crack y por momentos confunde su rol por tratar de
viajar más rápido de lo adecuado. Las piernas y el cerebro tienen que estar
siempre sincronizados, no se puede pensar más rápido que la ejecución ni
ejecutar más rápido de lo que se piensa. Vásquez es de a ratos como 'Harvey Dos
Caras', pero con el correr de los partidos -y con más minutos en su espalda- el
rostro bueno le está ganando la pulseada al malo. Estamos viendo la flor de una
planta que lucha todos los días con esfuerzo por apuntar al sol.
"Salimos aquí con una misión. No nos importó quien estaba
disponible para jugar. Queríamos competir y mostrar de qué estabamos
hechos", dijo Greivis al cierre del juego.
"Greivis Vasquez se sintió muy bien esta noche. Creo que va camino
a su primer All-Star Game", dijo Chris Paul.
Su planilla de anotación luce impactante, sobre todo si se tiene en
cuenta que anotó 8-13 en tiros de campo y 5-8 en triples. Vasquez igualó su
máxima marca de puntos de la temporada y la salvedad es que el mayor daño lo
hizo desde fuera de la llave, anotando su máximo de carrera de cinco TC desde
detrás de los seis metros.
"Debo mejorar la lectura de los esquemas defensivos. Trabajar más
los ángulos defensivos. En otro orden, debo seguir utilizando más mi altura.
Esos son los retos que debo asumir en esta temporada que se inicia", dijo
Greivis antes de comenzar la temporada. Y vaya si lo está consiguiendo.
Fue su tercer partido con 20 puntos y al menos diez asistencias, y
registró su cuarto mejor porcentaje de pases-gol -significa el porcentaje de
aciertos de sus compañeros cuando él está en cancha- con 52.6%.
De todos modos, es bueno examinar su juego a fondo para comprender
algunas salvedades. Vásquez es un base de gran estatura que es utilizado por
Monty Williams como un híbrido en el perímetro, ya que puede jugar la posición
de base o de escolta.
Frente a Paul fue una gran medida para que veamos cosas positivas y
negativas de su juego. En cuanto a lo positivo, su diferencia de tamaño le
permite jugar de espaldas y marcar diferencias. En un sistema flex básico -por
citar sólo un ejemplo, claro- puede recibir, sin mayores dificultades, en 45
grados en el poste. Esto es altamente atractivo para New Orleans por varios
factores: a) puede convertir con facilidad en el uno contra uno ante bases
menores en tamaño b) si se produce que su defensor es más pequeño, cuando
llegan los doblajes en el poste Greivis es un gran pasador para encontrar
tiradores abiertos o cortes por el centro de la llave c) los Hornets tienen
buenos receptores del pase extra, por lo que una rotación poco adecuada genera
una lluvia de lanzamientos de tres puntos. Si no me creen, busquen en
wikipedia: "Ryan Anderson".
Sabe moverse bien en cancha
Su juego de uno contra uno en soledad le permite marcar diferencias. En
esta temporada, 13.2% de sus jugadas han llevado esta estampilla en su reverso,
y esto es muy superior a las Ligas anteriores (8.6% en 2011-12 y 9.4% en
2010-11). En 2012-13 anotó 22 puntos en jugadas de este tipo y lidera a los
Hornets en este apartado (38° en toda la NBA). Sólo convierte 37.5% en este
tipo de desafío 1-1, pero si consideramos que tuvo 29.4% en 2011-12 veremos
todo lo que ha crecido en este aspecto.
En cuanto a rivales de menor envergadura física, Vásquez mostró en la
noche del lunes algo crucial que ha desarrollado: su tiro de larga distancia
por encima de la defensa. Eso genera preocupaciones importantes, porque
significa que no todo es penetración. Puede lanzar sin necesidad de un primer
dribbling vertical hacia el aro. Esto que parece un dato común para cualquier
jugador perimetral es clave para un hombre que empieza a jugar con un
emparejamiento favorable respecto a su rival. Si logra hacerlo sostenido, podrá
hacer uso de la fórmula ultrasecreta de Kevin Durant: aprovechar los
centímetros de diferencia para victimizar a quien se ponga enfrente.
Esta es la parte buena, pero también el tamaño tiene un costado
negativo. Es muy difícil para Greivis controlar a armadores con el control y la
velocidad de Paul. Su desplazamiento lateral aún tiene algunos problemas ante
esta clase de bases, sobre todo en reacción. Ha mejorado muchísimo pero todavía
queda por mejorar. Cuando esto pasa, Vásquez es algo adelante y otra cosa
atrás: es la teoría de la manta corta, si te destapas los pies, tienes frío en
la cabeza. Y viceversa.
Vasquez está acostumbrado a que, por su tamaño, le cambien las marcas
sistemáticamente cuando empieza a hacer daño. No es casualidad que Austin
Rivers -en realidad, este rol pertenece al lesionado Eric Gordon- haga puntos
cuando lo acompaña Vásquez en el perímetro. Veamos, sólo existe un CP3 que
pueda ser increíblemente veloz para detener las penetraciones de cualquier
base. Por lo tanto, Monty Williams sabe que al jugar con estos dos perimetrales
incisivos y profundos, es una autopista de doble vía. Y para la defensa,
entonces, se trata de elegir el veneno. Vásquez y Rivers se pueden abrazar y
entregar el mensaje: o te mata él o te mato yo. Y si no te matamos nosotros, te
matará Anderson cuando su defensor ayude en la penetración hacia el aro.
Greivis está asistiendo con maestría a sus compañeros. Tiene una gran
lectura del juego y se nota que es inteligentísimo para su edad. Quizás por
momentos sufre lo que en el básquetbol conocemos como "exceso de
revoluciones" y eso se traduce en pérdidas de balón, como le ocurrió ante
los Clippers (ocho). A saber: hay pases que sirven para un compañero, pero
nunca son para todos igual. Algunos pueden cruzar la calle corriendo y otros
necesitan que los ayuden con una guía. La función del armador es exactamente
eso: saber qué tipo de asistencia necesita cada uno y cuáles son los tiempos
necesarios para cada jugador. Eso se llama registro interno de la situación de
juego, algo que, generalmente, es muy bien controlado por los veteranos.
Por decirlo de alguna manera, hay compañeros que entienden el juego de
una forma y otros que están un escalón más abajo. De eso se trata: comprender
qué puede hacer con uno y qué con otro. Qué jugador está encendido y necesita
recibir, qué compañero está errando y es preferible que esté al margen de una
ofensiva en particular. Vásquez está en la búsqueda de esa condición -no es
nada sencillo- y si bien ha mejorado, necesita tiempo para seguir creciendo en
este aspecto. Está arriesgando y eso es excelente porque le permitirá
evolucionar aún más de lo que estamos viendo en la actualidad. Veamos: promedia
altos de carrera en asistencias (8.8) pero también en pérdidas (3.6). Su
porcentaje de asistencias-pérdidas es también el más alto de su carrera con
2.45 (2.43 la temporada pasada).
Lo mejor de su juego se ha dado en transición, porque cuando acelera es
indetenible. Está decimosegundo en toda la NBA en promedio de puntos en
contraataque (1.39, mínimo 20 jugadas) y segundo en el equipo con 32 anotados
(Al Farouq Aminu lleva 52).
"Lo veo como el líder de este equipo, es nuestro cerebro en la
cancha'', dijo Williams sobre Vásquez antes de arrancar la temporada.
Con 13 partidos disputados en 2012-13, el armador venezolano le da la
derecha a su entrenador.
Una nueva historia ha nacido en New Orleans. Es otro peldaño para
Vásquez en su construcción como estrella NBA. Ahora es cuestión de seguir
escribiendo renglón a renglón, sin saltarse ninguna página, porque la clave de
su progreso está en la serenidad y la dedicación diaria.
Como él mismo escribió este martes en su cuenta de Twitter:
"Saliendo a trabajar señores, porque no existe la palabra
satisfecho".
Todas las cosas que suceden en la vida son producto de causalidades,
jamás de casualidades.
TOMADO DE ESPN /// Ernest Tolden, colaborador de ESPN Research, contribuyó en los datos
estadísticos de esta columna.
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